xoves, novembro 18, 2004
¿Qué está sucediendo?
Pescadores contra Greenpeace
Un grupo de unas treinta personas acceden al 'MV Esperanza' de Greenpeace y colocan pancartas con los siguientes lemas:
«Derecho a la pesca sostenible.
Greenpeace dejadnos en paz»
«Mercenarios, ¿quién os paga los honorarios?»
«Nosotros cuidamos el mar»
Los antidisturbios tuvieron que intervenir para proteger a los ecologistas.
Más información en La Voz de Galicia, TeleCinco y Metro News
Un grupo de unas treinta personas acceden al 'MV Esperanza' de Greenpeace y colocan pancartas con los siguientes lemas:
«Derecho a la pesca sostenible.
Greenpeace dejadnos en paz»
«Mercenarios, ¿quién os paga los honorarios?»
«Nosotros cuidamos el mar»
Los antidisturbios tuvieron que intervenir para proteger a los ecologistas.
Más información en La Voz de Galicia, TeleCinco y Metro News
sábado, novembro 13, 2004
Prestige
Hoy se cumplen dos años del accidente del «Prestige». Es una fecha que no olvidaré nunca, porque hoy es el cumpleaños de Javier. Tampoco olvidaré que el día de su santo —el seis de diciembre— el chapapote llegaba a la Ría de Arousa, y me decía «Papá ¿estaré gafado?».
En estos dos años se han hecho muchas cosas, unas mal y otras bien. Los mayores despropósitos se produjeron entre el accidente y el hundimiento del barco. Los hechos son bastante conocidos, pero merece la pena echar un vistazo al artículo «Con toda la mar por detrás» de «Las Historietas de Batracius», pues está muy bien contado y documentado.
Alejar los problemas no es la solución a los mismos. Tampoco creo yo —ni la Asociación de Controladores de Tráfico Marítimo— que alejar el dispositivo de Control de Tráfico de Finisterre sea bueno para evitar este tipo de accidentes.
El proceso judicial para determinar las responsabilidades sigue abierto, y el Capitán Magouras con 70 años —a pesar de las peticiones que se han hecho para flexibilizar su situación— sigue el libertad condicional.
Todavía no están claras cuales han sido las consecuencias ecológicas de la catástrofe, pero a finales del 2002, nadie pensaba que el aspecto de las playas gallegas fuera a ser el que tenemos hoy, o que los recursos pesqueros se pudieran recuperar tan rápidamente.
El gobierno, sacó ayer un resumen de la situación. Se nos anuncia la adquisición de tres aviones CASA de ala fija CN235 dotados de sensores de reconocimiento, para la búsqueda y la detección de la contaminación. Ya iba siendo hora, pues la contaminación intencionada sigue siendo mayor que la accidental, y tendríamos que tomar medidas para atajarla como están haciendo nuestros vecinos franceses.
Hoy, los responsables del Prestige somos todos. Yo, ciudadano de a pie; usted, ecologista combativo; o él, concejal del ayuntamiento. Porque ¿estamos dispuesto a que nos traigan otro «Prestige» a un lugar de refugio próximo a la playa en la que tomamos el sol todos los veranos?
Hoy se cumplen dos años del accidente del «Prestige». Es una fecha que no olvidaré nunca, porque hoy es el cumpleaños de Javier. Tampoco olvidaré que el día de su santo —el seis de diciembre— el chapapote llegaba a la Ría de Arousa, y me decía «Papá ¿estaré gafado?».
En estos dos años se han hecho muchas cosas, unas mal y otras bien. Los mayores despropósitos se produjeron entre el accidente y el hundimiento del barco. Los hechos son bastante conocidos, pero merece la pena echar un vistazo al artículo «Con toda la mar por detrás» de «Las Historietas de Batracius», pues está muy bien contado y documentado.
Alejar los problemas no es la solución a los mismos. Tampoco creo yo —ni la Asociación de Controladores de Tráfico Marítimo— que alejar el dispositivo de Control de Tráfico de Finisterre sea bueno para evitar este tipo de accidentes.
El proceso judicial para determinar las responsabilidades sigue abierto, y el Capitán Magouras con 70 años —a pesar de las peticiones que se han hecho para flexibilizar su situación— sigue el libertad condicional.
Todavía no están claras cuales han sido las consecuencias ecológicas de la catástrofe, pero a finales del 2002, nadie pensaba que el aspecto de las playas gallegas fuera a ser el que tenemos hoy, o que los recursos pesqueros se pudieran recuperar tan rápidamente.
El gobierno, sacó ayer un resumen de la situación. Se nos anuncia la adquisición de tres aviones CASA de ala fija CN235 dotados de sensores de reconocimiento, para la búsqueda y la detección de la contaminación. Ya iba siendo hora, pues la contaminación intencionada sigue siendo mayor que la accidental, y tendríamos que tomar medidas para atajarla como están haciendo nuestros vecinos franceses.
Hoy, los responsables del Prestige somos todos. Yo, ciudadano de a pie; usted, ecologista combativo; o él, concejal del ayuntamiento. Porque ¿estamos dispuesto a que nos traigan otro «Prestige» a un lugar de refugio próximo a la playa en la que tomamos el sol todos los veranos?
sábado, novembro 06, 2004
Velas cilíndricas
Baden-Baden
Alcyone
Los fletes de los buques mercantes están muchísimo más caros que el año pasado. Dicen que el encarecimiento se debe al alza del precio del petróleo.
Los barcos de la foto son el Baden-Baden y el Alcyone. El primero fue construido en 1920 y el Alcyone en 1985. Ambos usan como propulsión esa especie de chimeneas que en realidad son cilindros que girando actúan a modo de velas. El sistema se fundamenta en el efecto Magnus.
El ingeniero aeronáutico Anton Flettner, para probar la utilidad práctica del efecto Magnus, compró la goleta Bruckau, la desmanteló y le montó dos cilindros de más de 15 metros de alto y casi 3 de diámetro. Con las pruebas tuvo cierto éxito, y llegaron a pedirle diez buques similares, aunque solo se llegó a construir uno. Flettenr compró el Bruckau y lo renombró Baden-Baden. El rendimiento de las velas no fue el óptimo, pues hubiera sido mayor si el motor que se usó para hacer girar los cilindros, se hubiera usado en una hélice convencional.
El Alcyone es un barco de la Sociedad Cousteau. Sus turbo-velas permiten un ahorro de combustibles fósiles del 35%. Mucho queda por investigar sobre medios de transporte sostenibles —hoy por hoy el transporte por mar sigue siento el más efectivo—, pero yo apuesto por la navegación a vela tradicional.
En Ciencia15 podéis ver más detalles de esta historia. Ciencia15 es una bitácora científica que os recomiendo porque cuenta las cosas como solo lo saben hacer los sabios: de forma asequible. Su último post trata también de buques de vela diseñados por ingenieros aeronáuticos.
Alcyone
Los fletes de los buques mercantes están muchísimo más caros que el año pasado. Dicen que el encarecimiento se debe al alza del precio del petróleo.
Los barcos de la foto son el Baden-Baden y el Alcyone. El primero fue construido en 1920 y el Alcyone en 1985. Ambos usan como propulsión esa especie de chimeneas que en realidad son cilindros que girando actúan a modo de velas. El sistema se fundamenta en el efecto Magnus.
El ingeniero aeronáutico Anton Flettner, para probar la utilidad práctica del efecto Magnus, compró la goleta Bruckau, la desmanteló y le montó dos cilindros de más de 15 metros de alto y casi 3 de diámetro. Con las pruebas tuvo cierto éxito, y llegaron a pedirle diez buques similares, aunque solo se llegó a construir uno. Flettenr compró el Bruckau y lo renombró Baden-Baden. El rendimiento de las velas no fue el óptimo, pues hubiera sido mayor si el motor que se usó para hacer girar los cilindros, se hubiera usado en una hélice convencional.
El Alcyone es un barco de la Sociedad Cousteau. Sus turbo-velas permiten un ahorro de combustibles fósiles del 35%. Mucho queda por investigar sobre medios de transporte sostenibles —hoy por hoy el transporte por mar sigue siento el más efectivo—, pero yo apuesto por la navegación a vela tradicional.
En Ciencia15 podéis ver más detalles de esta historia. Ciencia15 es una bitácora científica que os recomiendo porque cuenta las cosas como solo lo saben hacer los sabios: de forma asequible. Su último post trata también de buques de vela diseñados por ingenieros aeronáuticos.
